top of page

Suscríbete

Cuídate de los Idus de Marzo

  • Álvaro González Somoza
  • 15 mar 2017
  • 3 Min. de lectura

Tal día como hoy pero en 44 a.C. fue asesinado Cayo Julio César, dictador de la República de Roma, justo el día de los idus de marzo que corresponde con el día 15 de ese mes. Para los romanos los idus eran días de buenos augurios y correspondían con el día 15 de marzo, mayo, julio y octubre y el día trece de los meses restantes que, al parecer, no tenía las connotaciones negativas actuales.



Sin embargo, César había recibido varios malos presagios para ese día. Plutarco, un vidente, le había advertido días antes de que se cuidara de los idus de marzo, él, con su soberbia natural, lo ignoró. También Calpurnia, su mujer, trató de impedir que ese día Julio César fuera al senado ya que había soñado que su esposo sería asesinado.


César, haciendo caso omiso a las advertencias y demostrando una gran confianza en sí mismo, partió hacia el senado convocado para leer al dictador una petición de que devolviera el poder efectivo al senado.


Durante el camino se encontró con el vidente que le hizo el augurio y se jactó ante él: “Los idus de marzo ya han venido y sigo vivo” entonces el vidente le contestó: “sí, pero aún no se han ido”. A mi, que soy un hombre de ciencia, me cuesta creer que, en el caso de que Plutarco recogiera la realidad, un vidente presagiara la muerte de César. En mi opinión, el vidente o bien presenció una conversación que no debería por las calles del foro o alguien le pidió que advirtiera al dictador. Lo mismo pienso en el caso de Calpurnia, alguien la pidió que advirtiera al Cesar de que corría un gran peligro.


Según cuenta la tradición, Artemidoro, profesor griego, entregó al general un manuscrito y le pidió que lo leyera, en él, se encontraban los nombres de los futuros magnicídas, sin embargo, César entró en el senado con el manuscrito pero no llegó a leerlo.


También el fiel servidor de César, Marco Antonio, que había recibido informaciones algo difusas del complot intentó llegar al senado para detener al dictador antes de que fuera demasiado tarde, sin embargo no lo consiguió a tiempo.


Una vez en el senado, los conspiradores le rodearon mientras le pedían diversos favores hasta que Lucio Tilio Címber tiró de su toga lo que suponía un sacrilegio dado que al ser el Pontificex Maximus, César era intocable. Entonces, Casca sacó una daga con la que corto en el cuello al dictador. Volviéndose le clavó a su agresor un estilo de escritura en el brazo y le espetó “¿Qué haces, villano?” dado que portar armas en el senado era también sacrilegio.


Fue entonces cuando el resto de los magnicídas se precipitaron contra Julio César, siendo solo dos los senadores que intentaron detenerlos. Ante semejante ataque, el dictador intentó salir del senado para pedir ayuda, pero resbaló con su propia sangre y cayó al suelo.


En total, César recibió 23 puñaladas de las que solo la segunda fue mortal. Mientras recibía semejante castigo y ante la imposibilidad de poder defenderse Julio, intentando tapar su dolor para conservar su honor, se tapó la cara con su toga y murió.


Lejos de conseguir el objetivo que tenían los traidores, lo único que consiguieron fue meter a Roma en una nueva guerra civil y acabar de una vez por todas con una república que, como la fruta madura, había acabado pudriéndose en su corrupción.




Una de las cosas que más me emocionó al visitar Roma fue que de todas las estatuas que se encuentran en la vía del foro, la única que sigue recibiendo flores es la de Cayo Julio César, sin duda el pueblo romano no te olvida.


Este artículo podía haber llevado el nombre de alguna novela como “Una serie de catastróficas desdichas” o “Crónica de una muerte anunciada” también podría aplicarse la conocida historia de Gabriel García Márquez “La muerte en Samarra” sobre lo inexorable de la muerte.


Algunas de las obras relacionadas con este tema las podéis encontrar en los siguientes enlaces:

Julio César, William Shakespeare: http://amzn.to/2m353P9

Julio César, la película: http://amzn.to/2nixKJ1

El asesinato de Julio César, Michel Parenti: http://amzn.to/2m6fXET

Comentarios


Categorías
  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey Google+ Icon
bottom of page